Bernie

El pasado miércoles fue la toma de posesión del nuevo presidente de los EEUU y la ceremonia fue muy particular. Dejando a un lado la magnífica interpretación de Lady Gaga, J.Lo y por supuesto de la majestuosa Amanda Gorman, lo mejor que tuvo este evento fue Bernie Sanders.

El Senador llega al lugar con una chaqueta grande y unos gruesos guantes tejidos con un diseño muy hogareño. Luego es captado en una pose que ha sido de lo más comentado en redes sociales durante los últimos días: con los brazos cruzados, sentado muy despreocupado, acurrucado en su silla y aislado de la concurrencia. Esa foto famosa ha recorrido el mundo entero, -y la historia de la humanidad-, en menos de 24 horas. La cantidad de memes que se generaron ha sido bárbara y es que no puedo dejar de reírme. No es de él, sino sencillamente que, la pose en la que se coloca es perfecta. Los memes han quedado soberbios, no se les puede llamar de otra forma. Bernie encaja en todos lados. No se ve como extraño, sino perteneciente a los distintos escenarios en los que lo colocan. Da risa, -mucha-, porque ese “viejito” medio malhumorado, congelado y con una actitud despreocupada, desafía todo a su alrededor. Él no se preocupó de vestirse de diseñador y mucho menos de cómo iba a verse o cómo lo percibirían los otros, sencillamente atiende su necesidad: tiene frío y lo que debe hacer es cubrirse. Es lo lógico, pero también algo que a veces no hacemos. Estamos tan pendientes de lo que los otros dirán o pensarán sin atender lo verdaderamente importante: nuestro bienestar, nuestras necesidades.

Otro detalle que quiero mencionar es que se percibe un poco de “hastío” en su postura; algo como “no quiero estar aquí, pero ni modo, aquí estoy”. No por el evento sino por las condiciones ambientales que evidentemente eran muy incómodas (es lo que imagino), pero se le ve un poco de fastidio. Ese hartazgo que ya tenemos todos. Llevamos ya un año en esta pandemia y los cambios no llegan a la velocidad que quisiéramos. Las cosas se complican y a cómo se vislumbra el panorama, se irá haciendo más y más gris, por lo menos por algún tiempo. Llegará la luz, pero nos falta. Muchos días me siento como Bernie, con frío y harta de la pandemia. Luego veo los memes, con el viejito malhumorado y friolento, encajando, y comprendo que, en toda época de la historia, en todo momento, película, instante y situación de la vida humana, tenemos dificultades y retos…y mal humor. Es cuestión de sentarnos un segundo, cubrirnos del frío, refunfuñar un poco y seguir adelante. Estamos en una época muy atípica en nuestra historia personal, pero muy común a la humanidad: las catástrofes nos han acompañado siempre y también siempre hemos salido de ellas. No todo es caos, no todo es negro, no siempre hay frío. Ya saldrá el Sol.

Ojalá todos seamos un poco más como Bernie. Que nos decidamos a vivir más en el presente, sin que nos importe qué estén haciendo, diciendo o pensando, los otros. Que nos atrevamos a colocar nuestras necesidades en el lugar que merecen: el prioritario.

Y sobre todo que si debemos refunfuñar también se vale, pero que estemos conscientes de que los momentos difíciles pasan y que esto también pasará.

Que todos seamos como Bernie y si no lo somos, intentemos serlo.

Aunque luego nos hagan meme…